lunes, 31 de marzo de 2014

Nos ponemos en marcha para la 21 edición del Máster DCEI. Una primera magnífica lección


En noviembre se inauguraba la 20 edición del Máster en Dirección de Comunicación Empresarial e Institucional de la UAB. Sin darnos cuenta han pasado ya cuatro meses y nos encontramos abriendo el plazo de inscripción y adjudicación de plazas para la 21 edición. 
El curso de la 20 edición se inició con un acto conmemorativo que, bajo el título 20 Años Formando a Directores de Comunicación, reunió en la Universidad Autónoma de Barcelona a más de 150 comunicadores corporativos, directores y directoras de Comunicación, http://www.youtube.com/watch?v=Aku0Sy31Gvc. El acto fue conducido por el creativo publicitario Xavi García -director de Igriega y uno de los creativos publicitarios más premiados de nuestro país- y contó con momentos emotivos, como la proyección de mensajes de felicitación de algunos de los más de 700 titulados DCEI repartidos por todo el mundo http://www.youtube.com/watch?v=hJGlvtu7WHw. Colaboraron importantes comunicadores corporativos y directores de comunicación, muchos de ellos exalumnos DCEI o profesores del máster, entre los que destacaron Justo Villafañe, catedrático de la UCM y director de MERCO; Dr. Juan Benavides, catedrático de comunicación de la Universidad Complutense de Madrid;  Jordi Ventura, de la Associació Catalana de la Publicitat; Ana Palencia, Dircom de Unilever; Núria Vilanova e Isabel Grifoll,  presidenta y vicepresidenta de Inforpress; Esteban Farrero, CEO de Branndex Triangle’s y expresidente de Sara Lee; Marçal Moliné, creativo publicitario; Philipp Furst, director de Zenith Media; Mª del Mar Durán, profesora de comunicación de la UAB y Carlos de la Guardia, experto en branding estratégico; entre otros http://www.youtube.com/watch?v=zmg5zLRE1NY.
Cuatro exalumnos del máster DCEI con cargos de responsabilidad en la gestión de la comunicación corporativa de sus respectivas empresas participaron en una mesa redonda para analizar los retos actuales de la profesión. El debate tuvo también su apartado 2.0, ya que numerosos comunicadores opinaron de manera virtual a través de Twitter con la etiqueta #DCEIretosDIRCOM. De este debate se extrajeron las siguientes conclusiones:
  • Ser capaces de convencer de la importancia de la comunicación también en las PYMES, 
  • potenciar la comunicación interna en las organizaciones, 
  • la lucha contra el intrusismo profesional y
  • el reposicionamiento del Dircom ante los social media son algunos de los retos que se plantearon en el debate.
Uno de los profesores colaboradores del máster DCEI  desde las primeras ediciones,  el  maestro Joan Costa, comunicólogo, diseñador y sociólogo, y Doctor Honoris Causa por la Universidad Jaume I y la Universidad Siglo XXI de Argentina, impartió la ponencia titulada “el nuevo Dircom”. 
El equipo DCEI-UAB seguimos trabajando para la 21 edición del Máster, con el propósito de continuar siendo el referente en la investigación, formación y capacitación en las funciones directivas de la comunicación empresarial e institucional; un proyecto propulsor y generador de la excelencia académico-profesional en el ámbito de la dirección de comunicación. Nos parece un momento apropiado para comentar y recomendar los contenidos que el profesor Costa aporta en su ponencia de nuestro 20 aniversario. Muy especialmente para todos aquellos posibles alumnos interesados en crecer formativa y profesionalmente en el campo de la Comunicación Empresarial e Institucional. Una primera magnifica lección http://www.youtube.com/watch?v=vcmwq8DX6jw





Francisca Morales Serrano
Coordinadora Académica:



 
Máster en Dirección de Comunicación Empresarial e Institucional
 

 
Diplomatura de Postgrado en Comunicación Online y Gestión de Redes Sociales

miércoles, 19 de marzo de 2014

La humanidad ha entrado en una nueva etapa de su historia


“Quiero conectar el mundo” dijo Mark Zuckerberg en el Mobile World Congress de Barcelona.
Y esta no era exactamente una novedad puesto que eran conocidas las iniciativas en este sentido del cofundador de Facebook (y ahora también copropietario de WhatsApp) entre las cuales está Internet.org en colaboración con empresas como Ericsson, MediaTek, Nokia, Opera, Samsung y Qualcomm  y que, como ellos mismos dicen, “es una coalición mundial dedicada a que el acceso a Internet esté disponible para los dos tercios del mundo que aún no están conectados”.
Hemos entrado en una nueva etapa de la humanidad que, sorprendentemente, ya se nos anunciaba en los años 60, expresada en el concepto de "Global Village" de Marshall McLuhan". "La nueva interdependencia electrónica recrea el mundo a imagen de una Aldea Global".  Tom Wolfe, que tuvo mucha relación con McLuhan, asegura que éste se sentía influenciado por su amigo el filósofo y paleontólogo francés Pierre Teilhard de Chardin y concretamente por su noción según la cual "con la evolución del hombre se ha impuesto una nueva ley de la naturaleza: la convergencia. Gracias a la tecnología, la especie del Homo Sapiens, hasta ahora desperdigada, empieza a unirse en un único sistema nervioso de la humanidad, una membrana viva, una estupenda máquina pensante, una conciencia unificada capaz de cubrir la Tierra como una piel pensante, la Noosfera".
Este concepto fue literalmente instrumentado en 1991 cuando Tim Berners-Lee creó esa membrana viva, esa “telaraña a lo ancho del Mundo”, la World Wide Web que conocemos como WWW, y esto es algo con una dimensión completamente distinta a la idea original de Internet que venía funcionando desde 1969. Según  Berners-Lee Internet es una red (NET). Y el instrumento que él nos proporcionó es en una telaraña (WEB). Una red tiene una estructura establecida, organizada de una manera determinada. Hay redes desde que hubo dos ordenadores conectados entre sí mientras que lo que él se propuso con la WWW era hacer funcionar un sistema de conexión bidireccional de carácter aleatorio, una telaraña. Quiso crear, mediante el mecanismo del hipertexto, una estructura parecida a la de nuestro cerebro: "Pensamos por medio de neuronas interconectadas, y el hipertexto lo hace por medio de documentos interconectados. En el cerebro los enlaces entre neuronas funcionan en las dos direcciones, y en el hipertexto también".
Todos somos emisores y receptores. A partir de aquí, la Aldea Global no ha parado de permitir que nos cruzáramos y charláramos en la “plaza del pueblo”, interrelacionándonos con quienes queramos sin importar el lugar y la distancia.
Ray Tomlison envió el primer e-mail en 1971 y desde entonces no pararían (ni pararán, evidentemente) de llegar nuevos medios de interrelación tales como Facebook, en el 2004, YouTube en el 2005, Twitter en el 2006 y toda la variedad de Redes Sociales.
Internet dejó de exigirnos una situación fija para conversar con quien se quiera, especialmente a partir del momento que, en el 2007, se empezó a substituir el teléfono móvil por el Smartphone lo cual conduciría a más y más formas de comunicarse tales como el WhatsApp (2009) y que, de hecho, hace que sea ya realidad la idea de la Aldea Global: ahora cada persona puede llevar consigo una prolongación de sí misma que le permite comunicarse con todos en todas partes mediante todos los medios humanos de hacerlo, la voz y los sonidos, las palabras escritas, las imágenes y el video, y participar en directo de todo lo que le quieran comunicar, de todo lo que se sabe y ocurre a lo ancho de todo el globo terráqueo. El número de móviles crece a una velocidad 5 veces mayor que la que hubo en el crecimiento de los PC. Ya hay 4 veces más móviles que ordenadores fijos. Con el Smartphone se realizan el 77% de conexiones a Facebook, el 40% a Youtube y el 75% a Twitter.
¿Qué quiere decir todo esto?. Que, simplificando mucho, podemos considerar que la humanidad inició una Nueva Era con la invención de La Rueda que le permitió pasar de su estado aislado y primitivo a poder interrelacionarse más allá de la tribu local. Y que se inició otra Nueva Era con la invención de La Imprenta. Ahora hemos entrado ya en una nueva evolución a través de la Era de la telaraña de comunicación, en que nos cruzamos con toda la humanidad en la plaza de la Aldea Global que predijo McLuhan.
¿Qué cambios supone para el creativo publicitario la adaptación a esta nueva Era de la Humanidad? Pues ninguno. Ningún cambio fundamental. Hay que adaptarse, eso sí, en cuanto a conocer el funcionamiento de los nuevos medios que están surgiendo continuamente. Ello requiere especialistas, como ha habido siempre especialistas en hacer fotos o rodar cine, en diseño gráfico y, por supuesto los hay y tendrá que haber muchos más en el manejo de los medios digitales, de Internet, del Smartphone... de todo lo que vaya viniendo. Pero al otro lado del medio de comunicación que sea hay siempre una persona. Y esta persona es igual, siente, entiende, percibe y se emociona con los mismos mecanismos que el creativo que piensa la pieza de comunicación.
El ser humano se comunicó moviendo las mismas terminales de los sentidos y las mismas interpretaciones y respuestas racionales o emocionales, desde que se expresaba ante sus semejantes con gestos o gruñidos, o desde que percibió las posibilidades de la expresión gráfica pintando en las paredes de su cueva o de la ermita románica, pero sin dejar de utilizar la palabra para escribir en las piedras, en los pergaminos o en el papel. Y sin dejar de ser seres humanos, tuvo que encontrar la manera de crear un lenguaje juntando imágenes en movimiento en el cine.
Tan humanos como los seres humanos de un millón de años atrás son los creativos publicitarios de esta Nueva Era y han de comportarse como tales para poder “llegar” a...  los seres humanos... de un millón de años... que tienen al otro lado de los nuevos medios de comunicación que se crean cada día y aportan más facilidad, más universalidad y más precisión en los mensajes que nos intercambiamos todos con todos en esta nueva etapa de la Historia de la Humanidad que es la Aldea Global. 


Marçal Moliné
 

Creativo, estratega, escritor, conferenciante y docente
Profesor colaborador Máster DCEI  

martes, 4 de marzo de 2014

Las relaciones institucionales: una función del Dircom


Cada vez son más las organizaciones, ya sean públicas o privadas, que toman conciencia de la necesidad de desarrollar unas relaciones institucionales fluidas y estables en el tiempo con sus stakeholders (agentes o grupos de interés e influencia).

Las relaciones institucionales, mas allá de incluir funciones de comunicación, protocolo y organización y gestión de eventos, han adquirido un rol indispensable para cualquier organización: la relación directa y positiva, periódica y estable, con otras organizaciones, grupos e instituciones que tienen o pueden tener influencia en su ámbito de trabajo.

Las relaciones institucionales son aquellas que se establecen entre instituciones u organizaciones, ya sean públicas o privadas, para llevar a cabo un  proyecto común y con el objetivo de colaborar a corto, medio y largo plazo.
Debe entenderse este concepto, pues, desde el punto de vista más amplio posible.

Aun siendo un concepto bastante nuevo aquí (y de hecho sólo hace unos años que aparece en los organigramas de las organizaciones), es necesario señalar que existe una visión restrictiva, todavía muy extendida, del concepto de relaciones institucionales. Esta visión las entiende estrictamente como aquellas relaciones que se establecen con las administraciones públicas, especialmente las políticas.

Si bien durante mucho tiempo se ha tenido una visión muy dirigida del concepto de relaciones institucionales (y aún es así en algunas organizaciones), también lo es que el propio concepto de institución es hoy en día mucho más amplio y, por tanto, los actores se han ampliado considerablemente. ¿O no son relaciones institucionales las que se establecen, por ejemplo, entre un centro de investigación y la fundación (pública o privada) que le facilita financiación a través del mecenazgo?

Así pues, cuanto más abierta sea nuestra visión de las relaciones institucionales, y más definidos tengamos los agentes y grupos de interés (insisto, sean éstos públicos o privados) para la organización que representamos, más oportunidad de obtener el beneficio que pueden aportarnos

Por lo que se refiere a las competencias que debe tener un Dircom para ejercer esta función, ciertamente es obvio que se deben tener grandes dotes comunicativas y de relaciones públicas. Pero no es suficiente. Las relaciones institucionales, igual que la comunicación, deben tener un papel transversal en toda la organización, y por tanto es necesario impregnarse no sólo de la cultura de la organización, sino también conocer en profundidad todos sus ámbitos de actuación.

Por otra parte, debe tenerse en cuenta que las relaciones institucionales se construyen de dentro a fuera. Es decir, es indispensable el convencimiento, por parte de la dirección de la organización, de que son necesarias, beneficiosas y de que deben integrarse en la estrategia global. Así pues, unas relaciones institucionales activas y eficaces revierten muy positivamente y tienen una gran influencia en la percepción que se genera ante otras organizaciones e instituciones.  

Para llevar a cabo con éxito un plan de relaciones institucionales
es necesario que existan dos elementos también imprescindibles en comunicación: una imagen corporativa y un posicionamiento comunicativo claro y definido; y una definición clara de los objetivos que perseguimos con éstas. 


Por lo que se refiere a los beneficios de desarrollar las relaciones institucionales en una organización, se pueden resumir en los siguientes puntos:
  • Aumentan el conocimiento de nuestra organización, institución o empresa.
  • Legitiman la construcción del discurso y las políticas institucionales.
  • Facilitan la respuesta inmediata ante las crisis, y nos aportan apoyos favorables y activos.
  • Mejoran la imagen pública y la notoriedad.
  • Consiguen una buena fluidez relacional con las administraciones públicas y organizaciones e instituciones privadas, a la vez que generan un feedback constante con el resto de organizaciones e  instituciones.
  • Dan a conocer el mensaje de nuestra organización, institución o empresa a nuestros públicos.
Por otra parte, también existen razones y beneficios eminentemente prácticos: la apertura y el mantenimiento de canales de comunicación, en base al trabajo, la constancia y el tiempo, que jamás se crean por “generación espontánea”. Es decir, se trata de establecer un marco abierto en previsión de las necesidades que puedan surgir en este ámbito, más allá del momento coyuntural.

El rol del responsable de relaciones institucionales sería otro de los puntos a tratar, pero lo dejaremos para un próximo post.

Míriam Riera
Profesora colaboradora Máster DCEI
Directora de Efectiva Comunicació