martes, 17 de marzo de 2015

Aprender sobre Internet y “Rodalies”


En el transcurso de mi aprendizaje como profesor, y por tanto como alumno de mis alumnos, me he dado cuenta que lo más importante no es saber una “fórmula”, esto es, enseñar a alguien a repetir una tarea no es enseñarlo, sino simplemente hacer una tarea.
La última pregunta que les hago a los alumnos de las asignaturas que imparto en la Diplomatura en Comunicación Online y Gestión de Redes Sociales es qué han aprendido en las asignaturas que les pueda servir, o que puedan aplicar en sus vidas tanto personales como profesionales.
Las respuestas han sido variadas, pero casi todas versan alrededor de los siguientes temas:
  • Conocimiento sobre la importancia de la información: datos, variables, medición en Internet (Big Data)
  • La magnitud del desarrollo tecnológico que veremos en el Internet de las Cosas (IoT)
  • La importancia tanto social como cultural de la tecnología (Redes Sociales, web semántica, entre otros)
  • Lo importante que es para un profesional de la comunicación el entender los procesos de información para poder actuar en ellos y mejorarlos.
Un punto importante y que me pareció lo mejor que me podían haber dado como respuesta, fue: He empezado a hablar con algunos departamentos de la empresa, y de algunos clientes, para iniciar trabajos de segmentación y análisis.
Es obvio que Internet es muy grande, y las “rodalies” (cercanías) son muy amplias, pero el poder transmitir el gusanito, el interés por buscar, por conocer, pero sobre todo por querer implementar es lo que realmente me permite aprender como profesor.
Posiblemente estamos en un punto de inflexión en el que veremos infinidad de cosas:
-        Big Data
-        Internet of Things
-        Customer Experience Management
Pero sobre todo, estamos siendo partícipes de un cambio cultural, social y profesional muy importante, y con el reciente Mobile World Congress en Barcelona se puede ver en parte el futuro, y esto es lo que los profesionales de la Diplomatura transmitimos a los alumnos.



Pablo Cruz
Profesor colaborador de la Diplomatura de Postgrado en Comunicación Online y Gestión de Redes Sociales
Senior Technical and Delivery Manager

 

 

miércoles, 4 de marzo de 2015

Unas reflexiones sobre la Comunicación


Casi todas nuestras vivencias se olvidan, sólo nos quedan aquellas que nos consiguen emocionar. No sé si conseguiré, con las reflexiones que expondré a continuación, que algunas no se lleguen a olvidar y, consecuentemente, esto significará que han llegado a la categoría de emocionar.
Está muy bien absorber y recordar muchas de las importantes teorías que se adquieren a lo largo de los diferentes módulos del máster. Interpreto que, desde sus inicios, el fin de su diseño y organización ha sido conseguir que todos aquellos que cursan estos estudios puedan adquirir unas competencias y habilidades que les permitan desarrollar la actividad de un buen dircom. 
A continuación desearía compartir unas reflexiones que puedan ayudar a contextualizar más ese objetivo de ser un buen dircom.
Aunque no me guste demasiado la denominación de “éxito profesional”. Para realizar una medición cuantitativa voy a utilizar dos variables: la aptitud y la actitud. La aptitud referida a la capacidad de conocimientos y habilidades de cada uno; esto se puede llegar a potenciar mediante los apuntes, ejercicios, actividades propuestas y foros. Por otro lado, tenemos la actitud que tiene más que ver con la forma de pensar y sentir de cada persona. Considero que un comunicólogo, y dentro de este perfil se podría englobar la figura del dircom, debe combinar estos dos atributos en la proporción de 30% de aptitud y 70% de actitud. Con ello quiero expresar que es una actividad altamente vocacional. Para el desarrollo estratégico se necesita contar con unas sensibilidades especiales a través de las cuales se pueden llegar a alcanzar los objetivos marcados. 
No se pueden utilizar únicamente las metodologías de trabajo que se pueden aprender. Los objetivos de comunicación no se solucionan utilizando plantillas. No es ningún tópico afirmar que cada caso es un caso. Se debe tener una especial capacidad de poderse poner en el papel del receptor. Saber lo que éste desea recibir y no quedarse en lo que se desea hacerle llegar.
La comunicación no es intermitente, debe ser diseñada como una luz permanente. Una luz potente puede deslumbrar pero no ilumina. Cada vez hay más luces y es más difícil que una sobresalga sobre las demás.
La comunicación debe ser bidireccional. Si no se tiene respuesta no hay comunicación, como mucho, hay información. Se debe saber escuchar para poder responder y, de este modo, mantener la comunicación viva y deseada.
La comunicación deja de ser un humo, que  puede fácilmente diluirse, cuando deja huella. Siguiendo la reflexión primera, debe emocionar.
Finalizaré con una idea de Confucio 
         “Trabaja en lo que te apasione y no volverás a trabajar un día más”

Y sobre todo: Luchar por ser felices.


Dr. Andreu Barrabino García-Manso
Profesor colaborador Máster DCEI online
Vicedecano de los estudios de Publicidad y Relaciones Públicas en UAO-CEU




lunes, 2 de marzo de 2015

El rol y las funciones del director de relaciones institucionales

Las personas responsables de las relaciones institucionales en las organizaciones se denominan así desde hace relativamente poco tiempo. Hasta hace poco, las funciones que se relacionan con este rol, en la medida en que se llevaban a cabo, estaban en manos de la propia dirección de las organizaciones, y en algunos casos, de las áreas de comunicación o de relaciones públicas. Incluso, y de hecho esto todavía perdura, se denominaban “relaciones externas”, con funciones muy similares a las que se llevan a cabo en el área de relaciones institucionales.

Por lo que se refiere al rol (y funciones) que se desarrollan en esta área, deben diferenciarse muy claramente el papel que tienen en las organizaciones e instituciones privadas, y en las instituciones y administraciones públicas, ya que en uno u otro ámbito las diferencias son significativas.

Además, por lo que se refiere a las organizaciones privadas, el rol de responsable de relaciones institucionales lo puede llevar a cabo una persona de la propia organización (que es lo más habitual), pero también pueden llevar a cabo estas funciones un/a consultor/a externo/a. Este último caso es menos habitual ya que no existen muchos profesionales que se dediquen a ello, más allá del lobbying, también poco extendido en nuestro país debido a las particularidades de nuestro sistema institucional. 

El rol de la persona responsable de RRII en las administraciones / instituciones públicas y sus funciones:

  • Dependencia jerárquica del/de la Director/a o jefe/a de Gabinete del cargo público o político pertinente.
  • Tiene el mismo rango que el jefe o jefa de comunicación y que la persona responsable del protocolo.
  • A nivel externo, se relaciona principalmente con otras administraciones públicas. Por poner un ejemplo, en el caso del gobierno catalán la persona responsable de relaciones institucionales centra buena parte de su trabajo haciendo de enlace entre el Parlamento de Cataluña (tanto como institución, como con los grupos parlamentarios que en él están representados). También se relaciona estrechamente con los ayuntamientos y otras administraciones supramunicipales.
  • A nivel interno, también puede hacer de enlace con otras unidades o departamentos de la propia administración, aunque esta función suele llevarla a cabo el jefe de gabinete. 
  • Como en el caso anterior, también puede hacer de canal con otras organizaciones, asociaciones o fundaciones como paso previo al jefe de Gabinete, aunque éste es quien lo acaba asumiendo directamente.
  • En algunas administraciones públicas (sobre todo en organismos públicos relacionados con el gobierno –agencias, corporaciones, etc.) las figuras del jefe o jefa de Gabinete i de relaciones institucionales se fusionan a menudo en un solo responsable. En estos casos, los profesionales que encontramos suelen tener un perfil más técnico que en otros entornos más politizados (consejerías, ministerios, etc.).

El rol y las funciones de la persona responsable de las relaciones institucionales en organizaciones (empresas, asociaciones, fundaciones) e instituciones de carácter privado:

  • Dependencia del director/a de comunicación. En función del volumen y sector de la organización o institución, puede dirigir un departamento análogo.
  • Relación con las administraciones públicas y otras organizaciones sectoriales o con intereses sectoriales comunes, no estrictamente comerciales. 
  • Define los objetivos, planifica  e implementa las relaciones institucionales de la organización.
  • Crea, facilita y establece marcos de colaboración con otras organizaciones e instituciones, públicas o privadas.
  • Dirige el protocolo.
  • Organiza, coordina y gestiona (con apoyo externo, si es necesario) actos y eventos institucionales.

En todos los casos, debe señalarse la importancia de los valores en el trabajo de las personas responsables de las relaciones institucionales. Además de habilidades comunicativas y diplomáticas, de una gran capacidad de negociación e influencia, es necesario que la honestidad se convierta en guía de actuación. Honestidad para saber que no todo vale y no todo es posible; pero sobre todo para comunicarlo a los superiores o, en caso de ser un consultor externo, a sus clientes. 

Míriam Riera

Profesora colaboradora Máster DCEI
Directora de Efectiva Comunicació