viernes, 17 de julio de 2015

Desarrollo y crecimiento


Ante todo felicitar al maestro Moliné, por el manejo de su hábil y docta pluma que nos ilustra con un rápido viaje por el tiempo, tomando como referencia la comunicación y su incidencia en el desarrollo del ser humano.

Resulta innegable que la comunicación es, sin duda, el elemento central de la relación humana y la evolución de nuestra especie está íntimamente ligada a la comunicación. Sencilla al principio, más elaborada después y terriblemente compleja en la actualidad, a medida que la tecnología (no sólo las llamadas “nuevas tecnologías”) con las grandes aportaciones de insignes sabios: Gutenberg con la invención de los tipos móviles, Marconi con la radio y tantos otros que revolucionaron el mundo de la comunicación.

Pero todo el desarrollo tecnológico no puede ser una finalidad sino un medio. No es nada por sí mismo si no sirve a la comunicación. No se olvide, un libro, una emisora de radio, un canal de televisión, una web, link, un… no son nada si no se utilizan para comunicar.

Los community managers, como bien decía la doctora Morales, no lo son los que escriben en internet. Han de ser, sobre todo, comunicadores. Y parece que en los últimos años dedicamos más tiempo a las mal llamadas nuevas tecnologías (son ya viejas), olvidándonos con frecuencia de la COMUNICACIÓN (en mayúsculas).

Pero la finalidad de este escrito no era referirme a los tipos móviles, ni a la radio, ni a la pléyade de anglicismos que envuelven a todo cuanto tiene que ver con la gran red telemática. Quisiera centrarme en el objeto de la comunicación.

Nuestra especie ha alcanzado un nivel tecnológico impensable sólo unas décadas atrás y soy de los convencidos que estamos en los albores de lo que en breve nos va a llegar. Pregunto “¿ha crecido la potenciación de la dimensión humana al mismo nivel que el desarrollo tecnológico?” Pienso que la obvia respuesta no nos ha de dejar especialmente satisfechos, dado que la tecnología ha dejado empequeñecido al humanismo.

Hoy, que incluso las empresas han empezado a darse cuenta que no es suficiente incidir en su vertientes productora y comercial y que deben incorporar otros elementos a su manifiesta voluntad economicista, con todo cuanto tiene que ver con su dimensión corporativa, entre las que destaca la RSC, aunque a veces se trate más una operación cosmética que una verdadera asunción de responsabilidades. Una empresa que vive al margen de sus públicos, no tiene futuro. Y cada vez más se acentuará más. Personas y empresas no sólo debemos tecnificarnos y servirnos de la comunicación, sino que hemos de crecer como entes, potenciando nuestras respectivas realidades.

Unamuno en una de sus brillantes alocuciones decía “lo que la naturaleza no da, Salamanca no lo presta”, en una clara manifestación que por mucha calidad que tuviera la enseñanza en la prestigiosa universidad, si una persona no estaba mínimamente dotada para el estudio, no conseguiría formación suficiente.

En el mundo empresarial está sucediendo algo parecido. Lo que la empresa no es, la comunicación no lo resuelve. Lo primero que ha de hacer es potenciar sus realidades empresariales y será luego cuando las dé a conocer mediante la comunicación.

Y ¿a qué es debido esta situación? Pues sencillamente a que la comunicación tiene mucho más que ver con los hechos que con las palabras, depende más de lo que se hace que de lo que se dice. No se puede presumir de lo que no se es, porque en cuanto lo divulguemos seremos cazados como vulgar gazapos.

Crezcamos como personas; dedíquense más las empresas a sus esfuerzos en potenciar la responsabilidad social corporativa y hagamos saber estas mejoras a través de la comunicación.

¿Y los community managers? Pues que se preparen bien en todo lo que envuelve internet, porque devendrá, está deviniendo ya, una herramienta de primer nivel al servicio de la comunicación. Estemos preparados para servirnos de ella para mejor comunicar, pero no dejemos que se convierta en las ramas que no nos dejan ver el bosque.




 
Jordi Ventura

Publicitario y comunicólogo
Profesor colaborador Máster DCEI